Hace algo más de un lustro se
puso de moda por la piel de toro un compuesto denominado ácido butírico,
parecía que se había descubierto el dorado, pero la preguntan que deberíamos hacernos
es, ¿es un nuevo descubrimiento? la respuesta es sencilla, NO, el ácido butírico
fue descubierto por los pescadores ingleses hace varias décadas, en concreto
hace bastantes años que Rod Hutchinson saco al mercado su scopex, este producto
fue el causante de miles de capturas de carpas, todo un todo terreno.
Inmediatamente el resto de marcas del mercado comenzó a preguntarse que
llevaría ese scopex que lo hacía tan efectivo, la conclusión final fue
sencilla, el ácido butírico era el causante de que ese plus de picadas respecto
a productos similares. Desde Nutrabaits llegaron a preguntarse, que sucedería si creásemos una
mezcla entre uno de los mejores aromas como es la piña y el ácido butírico, así
que se pusieron manos a la obra y crearon uno de los mejores aromas del mercado
del carpfishing, puede parecer que es obvio que diga esto trabajando para
Nutrabaits, pero no lo digo yo, lo dicen cientos de pescadores ingleses, os
animo a preguntar en Carpforum y veréis que os responden.
De esta forma este producto se
empezó a utilizar de forma masiva a lo largo y ancho de la isla, y
posteriormente se extendió al resto de Europa, pero como suele suceder en esto
de la pesca las carpas empezaron a relacionar ese compuesto con peligro, no en
vano tal y como dijo Terry Hearn la carpa es muy parecida en su forma de actuar
a los perros, percatándose rápido cuando algo es bueno o peligroso. Por eso
decidieron crear otro producto, combinando la ciruela con el ácido caprionico,
este ácido es el primo hermano del butírico, sin embargo, las carpas
diferencian uno de otro, y ambos los relacionan con comida, a favor del
caprionico es que pese a ser algo menos atractivo se utiliza mucho menos, por
lo que en zonas con una elevada presión de pesca nos proporcionará más picadas,
pues las carpas no están tan acostumbradas a él como al butírico.
Dicho lo anterior, me dispuse a
comprobar si esta teoría era correcta, así que me desplace a un pequeño lago
urbano, con una más que elevada presión de pesca, la talla media no es elevada
pero por contra tiene alguna koi, lo que me animo a intentar capturar alguna.
Una vez llegado al lago cree un cebadero con mucha atracción y muy poca comida,
como cebo de anzuelo, en una caña piña-ácido butírico y en la otra
ciruela-ácido caprionico, como bajo un d-rig, a lo largo de la sesión se fueron
sucediendo las picadas a uno y otro cebo, terminando el final de la sesión de 7
horas con 7 picadas al caprionico y 5 al butírico, curioso que se cumpliera la
teoría, aunque esa diferencia puede achacarse a la zona de pesca de cada una de
las posturas, por lo que seguiré intentando comprobar esta teoría.
Os dejo una foto de un pez muy
bonito casi full scaled.